El
Argos de Buenos Ayres
Nº
16 – 1º de septiembre de 1821
LA
MANZANA DE LAS LUCES
“El Argos es de parecer que este
título, o cualquier otro que signifique lo mismo, debía darse a la manzana en
que está situado el famoso templo de San Ignacio. En ella se estableció el
colegio de la unión, la biblioteca pública, la escuela central por el método de
enseñanza mutua, la academia de dibujo y las de idioma francés e inglés. En
esta misma manzana se ha formado y situado la Universidad, se está construyendo
la gran sala para el cuerpo representativo y tiene sus oficinas el tribunal de
cuentas. Últimamente, en este mismo sitio se está estableciendo el archivo
general formado por todos los archivos particulares y que deberá ser uno de los
más preciosos tesoreros de la provincia de Buenos Aires […]”
Con la llegada del Virreinato
del Río de la Plata se encontraron nuevos usos para los edificios existentes.
Así se ubicaron el Tribunal de Protomedicato (1780), que se encargaba de
vigilar el ejercicio de las profesiones médicas y ejercía la función docente para
la formación de profesionales; la Imprenta de niños expósitos (1783), lugar
donde se imprimían diarios, bandos, proclamas y diversos documentos públicos y
privados, cuyas ganancias servían para la manutención de la Casa de Niños
Expósitos; la Universidad de Buenos Aires (1821); la Academia de Medicina
(1822); el Departamento de Ciencias Exactas (1865), que dio origen a la
Facultad de Arquitectura, Ingeniería y Ciencias Exactas; la Academia de
Jurisprudencia (1865); y cinco casas de alquiler, donde estaba la huerta del
colegio, para generar fondos extras. Fue, también, sede de la Biblioteca
Nacional; del primer teatro, el Teatro de la Ranchería; del primer museo, el
Museo Público de Buenos Aires; y del primer Banco de la provincia de Buenos
Aires. Algunos ubicados en los edificios de las viejas casas. Entre 1820 y 1854
funcionó la Sala de Representantes, lugar donde se reunían para sancionar leyes
y elegir gobernadores y donde juró el primer presidente, Bernardino Rivadavia,
y asumieron como gobernadores, Dorrego y Rosas.
El conjunto constaba de un patio central bordeado por
galerías con arcos de medio punto sobre pilastras de mampostería. Las
dependencias se caracterizaban por sus techos de bóvedas de ladrillo, de cañón
corrido y crucería. Ya en el s. XIX, funcionando la Universidad de Buenos
Aires, se rediseñó su fachada al estilo neoclásico.
Y
no podemos dejar de mencionar que era el punto de partida de una red de túneles
que corrían de norte a sur y de este a oeste, a cinco metros de profundidad,
conectándola de manera subterránea con otras iglesias, el Cabildo, edificios
públicos, el Fuerte y algunas residencias particulares. Eran galerías talladas
directamente en la tosca, a golpe de pico, con piso nivelado, paredes rectas
verticales y techo abovedado. Aparentemente, por varios estudios realizados,
eran utilizados con diferentes motivos:
comunicación entre edificios;
comercio, aunque tal vez habría que leer contrabando; y defensa, una teoría
dudosa.
Entre los últimos descubrimientos, en el año 2022, durante
obras de restauración, se encontraron estructuras de abastecimiento de agua de
las casas de alquiler y desagües cloacales utilizados por la Universidad de
Buenos Aires, entre ellos, el aljibe del s.XVIII y pozos ciegos, sumideros,
canales y desagües de letrinas. Actualmente, la “Manzana de las Luces” es uno
de los principales museos de la ciudad y nos muestra una Buenos Aires pequeña,
que iba de la precariedad al desarrollo, cuyo mapa era el de una ciudad abatida
por luchas internas y externas, pero con ansias de orden, progreso y libertad.
Esa ciudad que hoy, después de tantos años y, en muchos aspectos parecida a
aquella, se convirtió en una moderna y pujante. Visitemos este lugar misterioso
e intrigante y dibujemos con nuestra magia, porque “el lápiz del croquisero
es como una varita mágica… Esboza con rapidez y soltura la esencia del lugar”.
Sandra Machado
+
ADRIAN MUIÑO![]() |
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