domingo, 21 de abril de 2024

Croquiseros Urbanos Bs. As. - Salida Nº 154 - Terraza del Centro de Convenciones - Recoleta - 20/04/2024

    No sé para ustedes, pero para mí, la mayoría de las veces, ser Croquiseros implica dibujar a nivel urbano, es decir, sentada, parada, o en alguna posición sumamente incómoda al nivel de la vereda, y haciendo equilibrio con mis elementos de dibujo. Y allí empiezo con los puntos de fuga, la línea de horizonte, lo que veo por arriba y por debajo de ella, las luces, las sombras y las personas. Claro que eso me pasa a mí porque no soy una eximia dibujante, pero esa es mi experiencia. Cuando veo a los que están más duchos en la materia quedo admirada de lo fácil que lo hacen parecer. También, normalmente, primero escribo el texto de la salida que nos espera, googleando o buscando en alguno de mis archivos ocultos y secretos, y después visito el lugar. Hoy hice todo al revés. ¿Por qué?
    Porque señores croquiseros… se han vuelto tan insaciables que ¡¡ahora quieren volar!! y no se les ocurrió mejor idea que dibujar desde una terraza. ¡¡Noooo!! ¡¡Se imaginarán a donde se me fueron los puntos de fuga!!
    Hoy estuve en la Terraza del Nuevo Centro de Convenciones de Recoleta, junto con una de mis hijas y mi perro. En un día gris feriado, bastante inhóspito, por cierto, nos entregamos los tres a la invasión de mosquitos que nos esperaba con tal de darles el gusto a ustedes, sí a ustedes. Nos costó encontrarlo, reconozco que si fusionarlo con el paisaje era uno de sus cometidos está muy bien logrado. El edificio se integra, se pierde, se difumina entre el verde y el gris. Sin embargo, allí está. Un complejo de 18.000 metros cuadrados inaugurado en el año 2017, ubicado sobre la Avenida Figueroa Alcorta al 2099 y construido por el estudio del Arquitecto Minond, ganador del Concurso en su momento. Cuenta con una Sala Plenaria para 5000 personas, salas menores, oficinas, restaurant, estacionamiento, y su objetivo principal fue poner a la Ciudad de Buenos Aires a la altura de las principales ciudades del mundo a la hora de realizar eventos, convenciones, y exposiciones a nivel internacional. Por ello, la arquitectura moderna, la calidad edilicia y arquitectónica, la eficiencia energética y la sustentabilidad son parte de él. Un lugar accesible desde todos los puntos de la ciudad y que fue soterrado para liberar la superficie y generar una extensa área de esparcimiento.
    Primero bajamos hasta alcanzar su acceso y luego subimos por las extensas rampas hacia la terraza. Cuál fue mi sorpresa cuando desde allí pude ver gran parte de los lugares que en algún momento hemos visitado, aunque con otra perspectiva. Me puse de frente a la Facultad de Derecho y comencé a girar 360 grados hacia la derecha. Aquí les cuento lo que vi:
Aparecieron las vías del Ferrocarril Mitre, que van desde la Estación Retiro a zona norte, y por detrás el Barrio 31, que fue motivo de otra de nuestras salidas, una virtual. Se ven tanto las casas viejas y originales del barrio como así también las nuevas que hizo el GCBA hace pocos años y, entre ambas, el Ministerio de Educación de la Ciudad, podría decirse, a modo de nexo.
    Si seguimos girando aparecen, a lo lejos, las torres de Puerto Madero, hiper modernas, super altísimas, aunque parezcan chiquitas por la distancia. Un poco más y allí está el Hotel Sheraton, que quedó un poco antiguo y petiso al lado de las torres de la zona de las Catalinas que lo respaldan, todas vidriadas, todas imponentes, todas kilométricas. Si bajamos la vista encontramos el Parque Thays, donde antiguamente estaba el ItalPark, un parque de 4 hectáreas lleno de esculturas de artistas de renombre como Fernando Botero, Marta Minujín, Alejo Afani, Nestor Basterretxea, rematado por la torre de agua del complejo de Ferrocarriles y, un poquito más allá, por el MARQ. Paralelo a él, la Avenida del Libertador viene hacia nosotros desde el sur, aturullada de autos que aceleran con la onda verde de los semáforos. Si miramos directo hacia la vereda de enfrente, aparecen en sucesión los clásicos edificios de la zona de recoleta, casi todos de una altura similar. Y cuando terminan y doblan, en la esquina de la calle Eduardo Schiaffino, asoma la cúpula del Palais de Glace, la subida de la Avenida Alvear con el Centro Cultural Recoleta en su lateral y al fondo el Cementerio de la Recoleta. Un poco a la distancia, más a la derecha, perdida entre los árboles, podemos ver la pequeña cúpula de la Iglesia del Pilar y las rojas agujas del que fuera el viejo asilo. Vamos bajando hacia la barranca de la Plaza Intendente Alvear, con la feria artesanal prácticamente oculta entre los árboles al verla desde arriba. Cruzamos a Plaza Francia y si continuamos vemos el Parque Mitre y la Plaza Evita, donde se asoma la Biblioteca Nacional por encima de las grandes arboledas, todas diseñadas por Carlos Thays con especies autóctonas que hasta el día de hoy nos deslumbran.
    Pero el verde no termina allí, sino que lo más importante está al completar nuestro giro. Vemos la Plaza de las Naciones Unidas con la Floralis Genérica, a la cual hace poco, lamentablemente, casi se la lleva el viento y la lluvia, que forma parte de la integración de este complejo que fue construido bajo tierra, justamente, para mantener la unión con la Plaza Federativa del Brasil, sobre la que se encuentra la entrada al complejo 3.25 metros hacia abajo, y el Parque Thays que se arma por arriba con senderos, lomadas, miradores y áreas de descanso.
    Achuradas por los moquitos, huimos hacia nuestro nuevo destino. Cruzamos el puente sobre la Avenida del Libertador. Hoy no fue un café, fue una terrible hamburguesa con papas fritas en un boliche al lado de La Biela. Pero mi misión fue cumplida. Nos vemos el sábado en cuestión y como dice la canción de Domenico Modugno: ¡Vo… la… re… ! ¡oh!... ¡oh!...
 Sandra Machado