El
barrio Catalinas Sur está ubicado en la Boca. Para algunos es un barrio más,
para otros un oasis dentro del caos de la Ciudad de Buenos Aires. Muchos
pasarán por su lado o recorrerán su interior sin ver más que un conjunto de
edificios de diferentes tipologías, sin embargo, otros lo disfrutan como su
pequeño mundo en el cual tienen todo lo que necesitan: su casa; su jardín; su
escuela; su iglesia; sus vecinos, que son más que vecinos porque se cuidan
entre ellos; sus plazas internas; sus pasajes y el teatro de la calle. Incluso
sus mascotas, aunque no todas son propias, como el gato Toto que era el gato
del barrio y el día que murió los vecinos se juntaron a hacer el duelo y
mandaron a filetear un cartel.
Muchos estamos acostumbrados al gris de la Ciudad, a sus ruidos, sus torres enormes y su pavimento, pero los habitantes del barrio Catalinas Sur viven entre edificios de colores y, sobre todo, entre el rosa de las baldosas porque no hay calles ni autos y el verde de sus jardines donde abundan los jacarandás, los palos borrachos y otros árboles que imponen revuelo en un viento constante, por lo cual algunos dicen que allí hace menos calor que en resto de la Ciudad. Hoy diríamos que es un barrio ecológico.
En fin … podríamos contar que este barrio fue parte de un plan mayor de barrios pensados por la Comisión de la Vivienda, en los cuales iban a vivir 17500 personas en total. Construido en 1962 por el estudio de los Arquitectos Kokourek y Susta y el Ingeniero Garrone y finalizado en 1965, en terrenos que pertenecían a la Compañía Catalinas Sur, donde estaba el segundo puerto de descarga del país. Luego de vender los terrenos a la Municipalidad de la Ciudad, se creó el complejo conformado por 2500 unidades en edificios de 11 pisos de altura, dúplex y casas bajas. Completamente diferente al tipo de vivienda de la época. Llamado también Barrio Alfredo Palacios, se encuentra entre la Autopista Buenos Aires La Plata, el Hospital Argerich y la calle Necochea que, antiguamente y en épocas de sudestada, se transformaba en un río. Sin embargo, era como una isla que aún en los peores momentos no se inundaba por encontrarse elevado. Un lugar que trascendió el tiempo, guardó sus costumbres y mantuvo su idiosincrasia a pesar de haber pasado los años. Allí todavía se juega al carnaval con bombitas de agua, los chicos pequeños andan solos por las calles, en bicicleta o patines, juegan a la pelota y tienen su rayuela dibujada en el suelo. Cada espacio guarda su chisme y su historia. Un lugar detenido en el tiempo, pero donde a lo mejor se vive más feliz porque, aunque muchos se van, dicen que siempre quieren volver.
Es un micro barrio, nadie necesita asomarse a la Ciudad. Allí tienen de todo, ya que el Conjunto Catalinas Sur lo completan el Colegio Della Penna, construido por el estudio del Arquitecto Borthagaray, y la Parroquia Madre de los Inmigrantes. Ambos pensados, para disfrutar del paisaje y la luz natural. Cerca está también el Hospital y una zona comercial.
Muchos estamos acostumbrados al gris de la Ciudad, a sus ruidos, sus torres enormes y su pavimento, pero los habitantes del barrio Catalinas Sur viven entre edificios de colores y, sobre todo, entre el rosa de las baldosas porque no hay calles ni autos y el verde de sus jardines donde abundan los jacarandás, los palos borrachos y otros árboles que imponen revuelo en un viento constante, por lo cual algunos dicen que allí hace menos calor que en resto de la Ciudad. Hoy diríamos que es un barrio ecológico.
En fin … podríamos contar que este barrio fue parte de un plan mayor de barrios pensados por la Comisión de la Vivienda, en los cuales iban a vivir 17500 personas en total. Construido en 1962 por el estudio de los Arquitectos Kokourek y Susta y el Ingeniero Garrone y finalizado en 1965, en terrenos que pertenecían a la Compañía Catalinas Sur, donde estaba el segundo puerto de descarga del país. Luego de vender los terrenos a la Municipalidad de la Ciudad, se creó el complejo conformado por 2500 unidades en edificios de 11 pisos de altura, dúplex y casas bajas. Completamente diferente al tipo de vivienda de la época. Llamado también Barrio Alfredo Palacios, se encuentra entre la Autopista Buenos Aires La Plata, el Hospital Argerich y la calle Necochea que, antiguamente y en épocas de sudestada, se transformaba en un río. Sin embargo, era como una isla que aún en los peores momentos no se inundaba por encontrarse elevado. Un lugar que trascendió el tiempo, guardó sus costumbres y mantuvo su idiosincrasia a pesar de haber pasado los años. Allí todavía se juega al carnaval con bombitas de agua, los chicos pequeños andan solos por las calles, en bicicleta o patines, juegan a la pelota y tienen su rayuela dibujada en el suelo. Cada espacio guarda su chisme y su historia. Un lugar detenido en el tiempo, pero donde a lo mejor se vive más feliz porque, aunque muchos se van, dicen que siempre quieren volver.
Es un micro barrio, nadie necesita asomarse a la Ciudad. Allí tienen de todo, ya que el Conjunto Catalinas Sur lo completan el Colegio Della Penna, construido por el estudio del Arquitecto Borthagaray, y la Parroquia Madre de los Inmigrantes. Ambos pensados, para disfrutar del paisaje y la luz natural. Cerca está también el Hospital y una zona comercial.
Y…
sus habitantes no necesitan salir, ¿para qué lo van a hacer si allí están muy
felices? Pero… ¿qué les parece si nosotros nos animamos a entrar y disfrutar de
esa atmosfera mística de ese barrio perdido en nuestra Ciudad? Sandra
Machado
RUBEN CIPOLLA
CARLOS SAENZ
SANDRO BORGHINI
NELIDA LANZA
MARIA ISABEL ROMERO
VICTORIA BRAUNSTEIN
ELEONORA DORREGO
EDUARDO LISERRA
SONIA PESAJOVICH
CARINA AMARILLO
JORGE GINI
JORGE GINI
ALEX SAHORES
JUAN CARLOS SAN GIL
ANA SLONINSKY DE GROBA
PAT AMODEI
EDUARDO SMUD
MAGDALENA EGGERS
DORA RUD
CESAR MALLUK
ADHEMAR O. RIOJA
CARLOS FORD
Increíble el trabajo que realizaron. Vivo en Catalinas y tuve la oportunidad de espiarlos mientras trabajaban. Un lujo. Felicitaciones a todos.
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