domingo, 6 de junio de 2021

Croquiseros Urbanos Bs. As - Salida No 120 -(13a Salida Virtual ) –Cicatrices Urbanas– 19/06/2021

     Si buscamos la definición de cicatriz podemos decir que “es una marca que queda después de cerrarse una herida. Una impresión profunda y duradera que deja un hecho doloroso”
            Si nos remontamos a nuestros orígenes, las dos fundaciones de Buenos Aires, fueron las primeras cicatrices que quedaron marcadas en nuestra tierra con las que se inició nuestra historia.  La Ciudad de Juan de Garay, de aquel entonces, era un damero compuesto de 15 manzanas de norte a sur y 9 de este a oeste, de cuadras todas iguales y calles angostas de tierra. Si nos preguntamos cuantas cicatrices quedaron de todos los cambios que fue sufriendo hasta llegar a ser la ciudad que vemos hoy, podemos decir que fueron infinitos, porque nunca terminaron. La historia de transformación es de larga data porque caminó de la mano de la expansión de Buenos Aires y se caracterizó por procesos discontinuos de acuerdo a los momentos económicos e intereses políticos de cada momento.
Si empezamos desde 1580 y hasta comienzos del siglo XX, podemos contar algunas de esas cicatrices, como:
·   la construcción de túneles por debajo de la ciudad, a fines del siglo XVII, desde el puerto hacia el centro, para escapar del ataque de los corsarios y la construcción de los primeros edificios, como el Cabildo, la Catedral, la recova;
·    la construcción del puerto, a fines del siglo XIX, con la modificación del borde de la costa y grandes edificios;
·    el éxodo poblacional por la fiebre amarilla hacia las afueras, a fines del siglo XIX, cuando la elite abandona sus casas que luego se convertirían en conventillos, aumentando la población de los barrios más alejados y modificando el espacio urbano con el loteo de las grandes chacras;
·   el nacimiento de los ferrocarriles, a fines del siglo XIX, y luego de los tranvías, que dejaron telarañas de vías que unían diferentes puntos de la Ciudad y sus alrededores;
·   el ensanchamiento de las principales avenidas que hoy transitamos, entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX: Rivadavia, Callao, Alem, Libertador, 9 de Julio y las Diagonales, que destruyeron a su paso lotes con construcciones diversas, desde casas y conventillos hasta iglesias;
·    la aparición del auto, a fines del siglo XIX, con el adoquinado y la posterior pavimentación de las calles;
·    la aparición de industrias y su asentamiento que modificaron el tejido urbano.
Fueron procesos que tuvieron su parte negativa y siempre fueron criticados porque a su paso se perdió mucho, pero contribuyeron al mejoramiento de la ciudad y la sociedad en su conjunto, que finalmente terminó aceptando esas obras y usándolas, pero que nunca fueron suficientes. Procesos que nunca se detuvieron y continuaron a lo largo del tiempo.
Si nos detenemos en mediados del siglo XX y lo que va del XXI, encontramos otras:
·   la creación de la red autopistas de los años ´70, que dejó a su paso expropiaciones y casas partidas al medio, terrenos debajo de ellas con destinos difíciles y visuales extrañas ante su gran vuelo sobre la ciudad. Pero que sirvieron para unir destinos alejados, de una punta a la otra y en todos los sentidos, acortando los tiempos de sus usuarios;
·    los pasos bajo las vías del ferrocarril, los llamados sapitos o la elevación de las vías y estaciones, entre 2013 y 2020, que solucionaron el problema de las barreras que complicaban la circulación de los vehículos y demoraban la llegada de conductores y transeúntes a trabajos y hogares. Pero que crearon nuevos espacios debajo o alrededor, a veces bien resueltos y otras no tanto;
·    el paseo del bajo, en el año 2019, que unió el norte y el sur conectando dos autopistas, una parte por debajo y el resto por arriba, mejorando los tiempos de circulación de autos, ómnibus y camiones, de una punta a la otra, creando espacios verdes, plazas secas y paseos a su paso que no son del agrado de todos;
·     el Metrobús, desde el año 2011, que cambió la fisonomía de las avenidas, pero que acortó los tiempos de viaje de los que andan a pie;
·   la creación del aeroparque en 1947 con sus posteriores ampliaciones y la realizada a partir del 2019, ante el aumento del turismo y de la Av. Costanera, modificando el trazado urbano, pero mejorando la circulación y creando nuevos paseos.
·   Las ciclovías, a lo largo de toda la ciudad, difundiendo una nueva modalidad de trasladarse, aunque a veces complican el tránsito peatonal y vehicular;
    Todas, desde las primeras hasta las últimas, fueron dejando sus cicatrices, pero también fueron parte del progreso, del avance y ampliación de la ciudad por la inmigración exterior e interior. Tampoco las sufrió solo nuestra ciudad, sino que el resto de las ciudades del mundo también las padecieron y, Buenos Aires, no estaría ajena a ellas ya que, desde sus comienzos, se iba insertando en el mundo como una de las más importantes, prósperas, bellas y progresistas. ¿Todas esas cicatrices fueron bien curadas? Seguramente no. Dicen que:

“Cada cicatriz marca un antes y un después, nos cuenta una historia, un lugar o incluso a alguien que pasó por allí. Y, como bien sabemos, hasta las cicatrices bien curadas, vuelven a doler de vez en cuando”

    Y es así. Allí están algunas que sanaron completamente y otras que, a veces, siguen doliendo cuando las vemos al transitar nuestra hermosa Buenos Aires.
    Y ¿qué dirá la historia de la ciudad sobre la pandemia que sufrimos hoy? También dejará su cicatriz. Alguien contará en unos años: uno, cinco, 50 o 100, no lo sé, que al igual que a nosotros, a una ciudad viva y en constante progreso, le dejó momentos trágicos, que fue avasallada por las pérdidas, por la muerte de su gente, de su economía y la desolación de sus calles y sus espacios antes bulliciosos y, como contracara, contará que surgieron cosas nuevas, nuevos métodos de trabajo y comunicación, nuevos emprendimientos, nuevas tecnologías y vaya a saber cuántas cosas más que ni siquiera podemos imaginar.
De lo que si estoy segura, amigos, es que hoy no les puedo contar el final de esta historia.

                                                                                                               Sandra Machado


 
ROBERTO FRANGELLA





MALVINA FERNANDEZ





GUSTAVO GEBEROVICH





EDUARDO LISERRA






EDITH MANDARANO




RUBEN CIPOLLA




CARLOS SAENZ





CLARA GONZALEZ BOLOGNESI







    
SILVIA SIMONIT







MARITA SALAS





ANU TALVARI




SONIA PESAJOVICH







ALICIA GELPI






ALEX SAHORES





STELLA MARIS DOTTI





MANUEL DOMINGUEZ





VICTORIA BRAUNSTEIN





POUPEE KAPUSTIN





LAURA GERLERO





DELIA CORDONE





COCO RASDOLSKY




CHUNI TORRASSA





MARIA ISABEL ROMERO






DIEGO ESCARRÁ



HERNAN REYES



GUSTAVO COLOTTO





CECILIA BAT




ADRIANA PEDRAGLIO






CLAUDIA FUEYO



MONICA VERDURI





JUAN SAN GIL





EDGARDO MINOND



IRINA FALLIK



HORACIO NONI




ANA SLONINSKY






SANDRO BORGHINI





ANDRES CHU




RICARDO GERSBACH







GONZALO VIOLANTE




LUCIA VIOLANTE




MARIA CATALINA ALBERTO








EDUARDO SMUDT




MARTA PRIGOSHIN




OSCAR HERNANDEZ







FITO BESADA





CESAR MURGA





SILVIA POVEDA






SANDRA TABERA




RODOLFO FROLIK



CELIA GUEVARA




JUAN CARLOS DI FILIPPO





ELISA LAFERRIERE





ADHEMAR ORELLANA RIOJA






GABY TERZANO






MAGDALENA EGGERS







DORA RUD





DANIEL ORTIZ





CARLOS MARINO





SANDRA BARBALE




CESAR MALLUK



SUSANA OVIEDO




MARIANO MANIKIS






CARLOS FORD






ELEONORA DORREGO






LUIS MARCELLINI




CARINA AMARILLO


























 

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