Croquiseros Urbanos - Bs. As.: Croquiseros Urbanos Bs. As - Salida Nº106

La plaza de la estatua y el Ombú

Es un espacio verde público, en el centro de la Ciudad de Buenos Aires que se ubica sobre el eje de la Avenida Leandro N. Alem. ¿Qué simple descripción no? Pero no, no es tan sencillo…

Su origen comienza con la creación de un paseo ribereño en la época virreinal, el Paseo de Julio, que se consolidó durante el período de Juan M. de Rosas, inaugurándose en 1848. Era un verdadero boulevard con jardines en el centro y dos calles que se prolongaban paralelas a aquellos, con vías para tranvías y carruajes e iluminados con luz eléctrica. Los jardines se extendían desde el Palacio de Gobierno hasta la calle de Charcas. Se encontraba sobre la pendiente natural de la costa, tal es así, que debió construirse un muro de contención por las permanentes crecidas del río y las inundaciones que provocaba. El río de la Plata mojaba las riveras de lo que es hoy la Av. Alem. Allí se había construido una alameda con bancos y árboles de diferentes especies. Los porteños solían chapotear en esas aguas, hasta que fue considerado por el Virrey Cisneros como, “actos contrarios a la moral cristiana por excesos en los baños públicos” y fue suspendido.

En su recorrido, entre las hoy calles Tucumán y Lavalle nació la Plaza de Julio, donde la comunidad italiana propuso emplazar el monumento a Giuseppe Mazzini, líder de la unificación italiana. Lugar elegido para que los inmigrantes italianos, al llegar a Bs. As. tuvieran una imagen cercana a su historia no bien arribaran. Fue encargada al escultor Giulio Monteverde, maestro de nuestra conocida Lola Mora. Y después de su inauguración en el año 1878, la plaza pasó a llamarse Plaza Mazzini.

Al costado corrían las vías del Ferrocarril del Norte que partían de una estación junto a la Aduana y la Casa Rosada, yendo junto al Paseo de Julio hasta la actual estación de Retiro, siguiendo su ruta hacia San Fernando.

Pero a partir de 1887, la ribera porteña sufrió una drástica reforma cuando comenzaron las obras de construcción del nuevo Puerto de Buenos Aires. Así, mediante el relleno artificial, se extendieron las tierras de la ciudad ganando espacio al Río de la Plata, y el viejo Paseo de Julio quedó muy lejos de la ribera, perdiendo su condición de paseo costanera.

La plaza Mazzini, entonces, quedó rodeada por nuevos terrenos sin edificar, que posteriormente serían loteados y construidos.

Hoy el ombú milenario y el monumento son los mismos, pero su entorno se ha transformado. El río quedó lejos, cubierto por calles y modernos edificios tanto de departamentos como de oficinas, y los viejos muelles del puerto, transformados en Puerto Madero y devenidos en paseo turístico para propios y extraños. Y las vías del ferrocarril y la estación, no solo desaparecieron, sino que cedieron su lugar a una importante avenida. Hoy este lugar con enorme arboleda se denomina Plaza Roma, nombre que toma desde 1961.

A partir de entonces comienzan las grandes construcciones. El diario La Nación construye su nueva cede sobre la calle Bouchard; en 1980 se terminó el edificio Chacofi en el terreno donde estaba la casa de Juarez Celman. Torre de cristal con acceso desde dos calles: Av. Alem y 25 de mayo que tienen un desnivel de 6,5 m de diferencia entre una y otra. Fachada con falso courtain wall, carpintería de aluminio y vidrios polarizados. Pero, recién a comienzos de los ´90, el entorno se transforma totalmente. Se construyen importantes edificios de oficinas, entre ellos:

La torre Bouchard Plaza, al mismo tiempo una torre para oficinas de alta tecnología, una propuesta ambientalista y una escultura urbana, coronada por una pirámide de cristal. La piel exterior, es un muro cortina de cristal espejado verde esmeralda, térmico y energéticamente eficiente. Un edificio inteligente desde donde se lo mire.

El edificio República diseñado por Cesar Pelli, concebido en forma de proa, se adapta al carácter triangular de la manzana, incorporando una curva convexa hacia Puerto Madero y una gran ochava hacia la plaza Roma, acentuada por un volumen cilíndrico de cinco pisos, que alberga el acceso principal, oficinas y una terraza jardín. Su frente es de muro cortina con vidrios con cámara de aire y por su avanzada tecnología puede considerarse un edificio inteligente, también.

Y porque no hablar de…, el emblemático Luna Park, que fue anterior a todos ellos, pero igual de importante.

O “El Luna”, el estadio cubierto de Bs. As por donde pasaron eventos deportivos de los mejores y actividades artísticas infinitas. Desde Monzón, Loche o Bonavena, hasta mundiales de vóley, básquet y otros deportes. Desde Sinatra, Pavarotti, ballet, ópera o Holiday on Ice hasta el Papa. También, aunque no lo sabrías seguramente, fue sede del acto nazi más grande jamás realizado fuera de Alemania, el 10 de abril de 1938. El “Luna” tiene un pedacito de cada uno de nosotros, de nuestros padres y abuelos, un recuerdo, un momento. Esa es su magia y su principal capital.

La plaza Roma, hace poco, fue puesta en valor por el GCBA y la colaboración de los vecinos de la comuna. Se amplió el espacio verde, se colocaron luminarias nuevas, se construyeron senderos, se instalaron cestos, se cambiaron bancos de estilo romano por equipamiento nuevo y cómodo, se mejoraron las veredas y se colocaron paneles solares. Y con el Metrobus, se terminó de renovar completamente su entorno. Podemos ver entonces, que no se cumplió, la poesía de Jorge Luis Borges cuando escribió sobre la plaza: “tu vida pacta con la muerte….toda felicidad, con solo existir, te es adversa”. No solo sobrevivió, sino que además mejoró y hoy es usada por infinidad de personas, oficinistas, estudiantes o turistas que la frecuentan a diario, pueden disfrutarla.

Y también la disfrutaremos nosotros, ¿por qué no? Su arboleda nos cobijará del sol y del calor, sus asientos nos permitirán sentarnos a dibujar y sus espacios serán objeto de nuestra mirada, la cual fotografiará cada rincón del lugar. Así que amigos croquiseros, como siempre, preparen lápiz y papel que nos espera un nuevo rincón de Buenos Aires para visitar y dibujar. Y después…. Habrá cafecito?? No sé lo que haremos. Solo sé que, comenzaremos un nuevo año, todos juntos.

Arq. Sandra Machado

ANA SLONINSKY