LEO RUSSO
LUCIA HERRERO
GUSTAVO GEBEROVICH
MAGDALENA EGGERS
LAURA GERLERO
SANDRO BORGHINI
EDUARDO SMUDT
SANDRA MASSAZZA
MARIO ROBOTTI
ISABEL ANTELO
JORGE SWINNEN
EDUARDO DI CLÉRICO
DIEGO ESCARRA
HORACIO NONI
ADHEMAR ORELLANA RIOJA
ALEJANDRO FERRARI
BRUNO SUCURARO
CRISTINA CARONI
FERNANDO FAZZOLARI
JORGE SABATO
LUCIANO DIMAIO
LUCIANO GOMEZ
MAURICIO CORDERO
ROBERTO LUIS COLOMBO
SANDRA BARBALE
NORA CASSINELLI
ADHEMAR ORELLANA RIOJA
ALEJO LEVI
ADRIANA PEDRAGLIO
SALIDA No
23 Dos por
una
SALIDAS
CROQUISERAS PARQUE LEZAMA Y BARRANCAS DE BELGRANO ENERO Y FEBRERO
La nota de
Parque Lezama quedó inconclusa pues salimos en auxilio de una amiga que se
había caìdo. Luego como ya he contado
traspapelè lo escrito y dos por una quedó en una…
Si aparece
veremos…
Llegamos a
la cita en la Glorieta de Barrancas de Belgrano. Llegamos a las cuatro menos
cinco. No vemos a nadie conocido. A las cuatro en punto y como por arte de
magia comienzan a aparecer croquiseros.
Como abejas a las flores. ¿Què?
¿Estaban o llegaron? ¿Estarìan
escondidos y esperaron para acercarse a las cuatro en punto? Desafiando el
calor van llegando…
En la
Glorieta mitad sol, mitad sombra, un grupo de jóvenes y no tanto
desafìan el calor bailando una zamba. Con faldas, shorts, sandalias las mujeres
y los hombres zapatean con zapatillas. Què alegría comenzar esta tarde
croquisera con baile. Como siempre el mundo croquisero es al revés…
Por las
caras hay muchos nuevos hoy. Vienen junto con amigos o solos. ¿Què hacemos? Sì,
no, después… ¿Nos presentamos? ¿Decimos algo? Mejor lo que hacemos siempre:
irnos por ahì libremente y volver a las seis y cuarto a la Glorieta. Que los
nuevos se hagan de abajo. Empiezan bien pues estamos en lo alto de las
Barrancas…
Los
pañuelos de los bailarines se agitan en el aire, vuelan, revolotean y nos
muestran los infinitos puntos cardinales. Abajo, arriba, enormes y
hermosas palmeras, pa’llì , no tan lejos, àrboles añosos, uno
completamente muerto y marròn que parece una escultura, tipas enormes,
ligustros con frutitos, plátanos y jacarandàs, piso de ladrillo gastado, los
paseantes lànguidos , el cielo, el cielo, sigan, busquen, encuentren…
Los bancos
de granito ordenan una coreografía lineal de ojos hacia la Glorieta y manos que
se agitan, responden o dialogan sin saberlo con las manos de los danzarines que
ahora palmean una chacarera
La
Barrancas guardan historias. Guardan historias de enfermos, batallas, luchas,
amores, misterios, luces y sombras. Algunas las ha descubierto Sandra Barbale y
han inspirado a Frangella a dibujar. Oh, Ah, Uy!! Chè, vino Frangella!!! Què
alegròn! Ahora, estàs mejor? Què mejor!! estoy bien!! En uruguayo sería bien de bien. Abrazos y màs
abrazos. Què cosa la vida croquisera. Es como la otra, la común, pero
croquisera. Los nuevos ya se iràn enterando.
Hola
Miguel, el hijo de Margarita y Edgardo que hoy faltaron con aviso pues están
dale que te pego dibujando en el estudio con todo su equipo. Sentado en uno de
los bancos de granito gris frente a la Glorieta. Aquì ando responde tìmido. Me
alejo.
Ceda el paso reza el cartel. La sugerencia
será para los bailarines o para los croquiseros?
Còmo
siempre las posturas croquiseras. Pie izquierdo en ladrillo, pierna derecha
flexionada hacia atrás y pie derecho en posición de carrera, equilibrio
precario pero el croquis en bolígrafo azul es maravilloso. Apoyada sobre el
capò de un auto gris, por suerte en este caso mal estacionado, morral entre los
pies, bloc en alto sostenido con la mano izquierda y dibujando con la mano
derecha , en fin, como en el circo. Tres croquiseros sentados en una barranquita de pasto, pies en el
cordòn de adoquines, como los tres monos sabios se enfrentan desde enfrente a
la fuente de las conchas y los pescados. Dibujan, se rìen, charlan sin levantar
la vista del dibujo. Atràs farolas doradas o de oro puro, un ruidito de las
gomas de un auto sobre el empedrado parejito. Otro croquisero incado al estilo
de un enamorado apoya el bloc en la rodilla le declara el amor a la hoja, al
paisaje, al lápiz o a la rubia y la morocha que también dibujan al pie de la
palmera gorda.
¿Viste a
Isabel? Croquisero con bicicleta dormida a su lado muerde el lápiz como un
cuchillo de gaucho. En la parrilla el
cartelito: bici, un auto menos. Otra croquisera acampada y serena alarga la
mirada hacia una torre flaca que asoma sobre las copas de los àrboles, allà,
detràs de las vìas del tren. Lucho al pie de dos farolas y un mástil sin
bandera y a su espalda Diego camisa blanca y lentes de sol dibuja la
balaustrada blanca de sol arriba pinos y palmera. Entre dos tipas, una
croquisera rubia de cola de caballo sentada en un banquito azul. La mano
de Isabel guiada por el lápiz sube o
baja o màs bien se desliza. Una morocha croquisera toma mate, es una de las nuevas. Es joven y
bonita. Què bueno ser nuevo! Què bueno ser viejo! Què bueno ser
croquisero!
Sigo
rodeando la Glorieta, quisiera bailar pero soy notera. Uno pasea el perro, dos
duermen la siesta a pata suelta, dos enamorados se besan ajenos a todo, una
señora lee el diario, otra hace palabras cruzadas, dos croquiseros sentados en
la barranca espalda con espalda, dos croquis opuestos y amorosos al mismo
tiempo, cinco jóvenes croquiseros en manada
se prestan, dibujan, se rìen, se paran
miran la glorieta desde abajo. Los jóvenes son menos solitarios. Me
gustan. Como decía la canción de Violeta
Parra …me gustan los estudiantes
porque son la levadura del pan que
saldrà del horno , con toda su sabrosura…
Calle abajo
los colectivos van, vienen, pasan aceleran, frenan. No les importa nada. Ni del
folklore, ni de los croquiseros ni de los que duermen la siesta, ni de los
enamorados ni de los que como yo pierden el tiempo…
Estoy por
completar el cìrculo de la Glorieta y ahora se oye un tango bajito, lánguido,
tristón. Al pie del busto Belgrano como un extravagante sèquito Coco, Fito y
Sandra de Paranà. Belgrano sin màs que
medio torso, sin brazos, ni piernas mira hacia las vìas …el misterio de adiós que deja el tren…
Llega
Oscar. Ellas son mis vecinas de mi nueva casa, aquí cerquita. Bajo la vista y
veo unas hormigas negras caminan lentas, zigzaguean al ritmo del tango. Se me
cae una pestaña y se pega a la punta del boli, la dejo que siga y sigue…
Los
violines del tango se deslizan y este lugar por eso y por los croquiseros es
inconfundiblemente porteño… el tiempo que se detiene, la arbitrariedad de los
lugares elegidos es esencialmente croquisero. Ellos y los niños son
escandalosamente arbitrarios…
La pestaña
sigue pegada a la punta del boli y las
hormigas continúan incansables.
Barrio de Belgrano caseròn de
tejas… Minga de
tejas ni caserones. Torres por doquier. No todo està perdido. Queda la casa
donde vivió Valentìn Alsina. Seguro que Valentìn veìa desde su galería el Rìo
de la Plata. No creo que bailara chacarera y menos que fuera croquisero. Le hacen honor sentados frente a
su casa Gustavo el del banquito de la casa de pesca que aguanta un montòn .
¿Aguantrarà a la mujer mas gorda del mundo?
En la escalinata de entrada Eduardo Smudt dibuja con cara de
sorprendido.
Los
croquiseros son amateurs, amadores… de la ciudad, del pasado, del presente,
presentìsimo. Cuando dibujan no importa la historia ni el futuro. Sòlo la mano
que responde sin preguntar. Sin inteligencia, ni discusión. Manda todo el ser
en el instante mismo…
Mirà…
Frolik y Sandro. Me miran? No, miran lo que miran. Se les cruza un veterano
pituco y deportivo que camina rápido y esforzado intentando ganarle a la vida y
ser joven otra vez. Se les cruza un sesenta y tres azul y amarillo, Chacarita,
Mataderos, Barrancas de Belgrano. Se les cruza Coco me muestra su croquis
y la realidad se tiñe. Como en la peli Un
dìa un gato. Se les cruza un pibe
con camiseta de racing que mira con interés los croquis. Ellos siguen mirando
lo que miran.
Me
intrigan los que se me perdieron de vista. Serà que sòlo girar a la Glorieta
como en la pista del tango no me deja encontrarlos? ¿Dònde estarà Noni, y Orellana y Edith y
Eduardo Clericò y Lucìa y Nora y Magda y Dorantes y Oz y Augusto y Cristina?
Allà veo
al Negro Sabato con gorro blanco cómodo
y concentrado en su nueva silla con respaldo intentando atrapar un cacho
de ciudad, de amor y juventù, chan chan!
Mas allà a
una estatua de cuerpo entero y capa, le han robado la espada. No ve que a
sus pies Jorge se apoya en la reja que
lo protege, pero le han robado la espada igual. Tiene una caja de herramientas
común y silvestre de donde saca acrílicos con el dedo, agua, esponja, trapito
y finalmente da un tinkiñazo final con tinta negra. A derecha e izquierda se
secan otros croquis.
Ahì viene
Susy. Ah, ellos son los espalda con espalda. Ahora ella lo ayuda a levantar
campamento.
Vamos
regresando al lugar de la cita. Los croquiseros en ritual espontàneo acuestan
sus cuadernos, blocs, libretas sobre el pasto al pie de la palmera gorda.
Liliana trajo unas hermosísimas y riquísimas galletitas croquiseras que son
casitas de techito rojo y paredes amarillas como las que todos dibujamos alguna
vez cuando èramos niños. Todo es màs lento que cuando llegamos. Claro!!
llegamos con chacarera y ahora nos arrulla un tango dulzón… El murmullo
croquisero siempre alentador, las miradas colectivas, las miradas
individuales. Los que se perdieron llegan con sus croquis frescos bajo el brazo.
Què buen azul, què buen violeta y la inclinación de esos àrboles, che… Hoy
tenía màs ganas de verlos a ustedes que de venir a dibujar, que cosa… unos
perros ladran como patos. Hoy no me crucè con Marcelo en todo el viaje. Ahì
viene con ojos llenos de fotos. El GO, grupo organizador pasa revista a
todo el pasado, el presente y el futuro. Tandil, Parque Lezama, La Plata, el
viaje a Parranà, croquisearemos sobre en barco, què locura. No me acuerdo de
todos los nombres pero no olvido sus rostros. Poco a poco o de golpe.
Aplausos. Desorden. Escuchen che. Ahì va un calendario tandilero y què bueno lo
tuyo, Te parece? Sandro alza la voz pero grita suave, yo soy sicòloga, sos un
canuto, este verde me gusta màs, querès un mate?, la idea es seguir con estas
salidas, hoy somos màs, volvieron los jóvenes. Lucho, Nora y Sandro van
archivando y nadando en la marea croquisera, los croquis de Frangella de las
Barrancas son un verdadero carrusel, el caballo se me apareciò una y otra vez y
yo tenía que sacar el bloc una y otra vez rie Noni. Me alejo, el murmullo de
sus voces me arrulla, Me podría acostar en un banco, mirar el cielo y seguir
escuchando hasta dormirme…Magdalena y yo cumplimos tres meses cuenta Coco, Oz
en su tinta, encontraste mi corazón de
paño lenci me dice Roberto Tamaño Grande, quièn se olvidò una caja de
herramientas? Vamos a tomar café.
Estirar la tarde.
En el bar
yo seguì y seguì noteando todo como sin poder parar. En medio del griterío y la
euforia, la moza pregunta que somos, croquiseros urbanos responde el Negro, Ah,
croquiseros uruguayos, noooo, urbanos, ah, aquí tiene su cerveza y usted su
granadina, quien pidió un mojito?
Mònica
Lacoste Sabado 16
de febrero
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